lunes, octubre 03, 2005

Viajecito de lo más completo

Lo que iba a ser un fiestón en la Ocktoberfest de Munich, se convirtió en precioso viaje por el corazón de Tirol Austriaco ("Austriaken Tirolen").

El sábado nos levantamos a primerita hora de la mañana para ponernos rumbo a Munich, dónde disfrutaríamos y comprobaríamos de primera mano las diferencias entre la conocida fiesta de la cerveza de Munich y su hermana pequeña, la feria de la cerveza de Stuttgart.

La idea fue alquilar un furgoneta para dormir por la noche, pero lo más grande que pudimos alquilar fue un golf, eso si, nuevecito. Iván a los mandos del golf, Toño de copiloto, y detrás Chimo, Felipe y el que escribe. Nos pusimos rumbo a la Ocktoberfest bajo una lluvia en condiciones, la cual no no la quitamos de encima en todo el viaje. Entre atascos, paradita en el BurriKing, que si botellita de Lambrusco, que si corona , que si almuerzo en un Kebab, nos dieron las 2 de la tarde a la hora de entrar a la Ocktober :-p

Bajo una persistente lluvia nos decidimos a hacer cola para entrar e una carpa cualquiera, la "Paulaner" tenía buenas pintas. Mientras hacíamos cola pude comprobar la primera diferencia respecto a la Volksfest, en Munich está llena de extranjeros (en Stuttgart sólo hay españoles ;) ). Pero extranjeros con ganas de emborracharse y liarla con cualquiera ó con lo que sea. Sinceramente no se respiraba un buen ambientillo de fiesta. (Creo que tantos, y tantos italianos borrachos me traumatizaron un poco).

Durante una hora estuvimos haciendo cola bajo la lluvia, y no tuvimos ninguna noticia si nos iban a dejar pasar, si iban a abrir...nadie sabía nada. Menuda mierda de organización. Aunque en parte entiendo que no nos dejasen entrar, porque el espectáculo que podían ver desde dentro era un poco...dantesco. En primera fila de la puerta se encontraban diez indios empotrados contra la puerta, eso si, con una sonrisa de oreja a oreja haciendo fotos a través del cristal. La segunda fila estaba copada por varios españoles, alguno de ellos con el gorro de Darth Vader; y las siguientes filas de la montonera estaban llenas de italianos borrachos, bastante idiotas por cierto, y algún que otro francés de mediana edad. Conclusión tras 2 horas de no conseguir entrar nos fuimos con las jarras a otra parte, más concretamente a un Biergarten con un semitecho calefactado. Tras recojer los típicos recuerdos de la Ocktober, nos fuimos a las 7 de la tarde a secar la ropa en el coche y prepararnos para salir de fiesta por Munich.

Durante el camino se nos rompieron 4 ó 5 jarras, pero pudimos salvar una para cada uno. Llegamos al coche y nos secamos toda la ropa, que por cierto estaba pingando. Nos aseamos y fuimos dispuestos a acabar con las existencias de pollo asado de un local que ya conocía de mi anterior viaje a Munich. Medio pollo riquísimo por 2'5€, una ganga. Nos pusimos hasta arriba de comer mientras Iván nos invitaba a una botellita de "buen" vino austríaco, y un par de chicas suizas nos ponían al día de la moda italiana. Estuvo muy bien la cena.

Ya de noche, unas chicas muy smpáticas nos colaron en un "macro-garito" de moda en la noche Bávara. Estuvimos bebiendo cervecita rica y bailando unas cuantas horas decidimos cambiar de "Club" ( como se dice por Suiza) , craso error, cansados y sin fuerzas fuimos incapaces de encontrar un sitio con fiesta donde acabar la noche. Bueno, no exactamente, al llegar al coche caímos que lo habíamos aparcado al lado de un "Club" con unas pintas de la leche, tras dudar si entrar ó no, decidimos aprovechar el día siguiente.

Para dormir, teníamos el Golf alquilado y otro Golf de Todor, un colega de Iván que vivía en Munich, muy simpático, y con el que espero ir a esquial algún día. Felipe y Chimo (por razones obvias) durmieron solos en un coche, y en el otro dormimos Ivan y Toño delante, y yo detrás echo un ovillo entre el asiento trasero y el maletero. Toda una experiencia. Al día siguiente, el sól nos despertó. Por los cojones¡¡ Ahí seguía lloviendo sin parar, pero tras el desayuno y una carrerita en los recreativos emprendimos de nuevo el viaje, esta vez rumbo a Innsbruck, capital del Tirol.

Hicimos una primera parada en los Alpes alemanes para comer, más concretamente en Garmisch-Partenkirchen(región con mayor renta per cápita de toda Europa) , ahí pudimos ver el estadio de saltos de trampolín donde se realizaron las olimpiadas de invierno de 1936 y del 1978. Y donde cada 1 de Enero tiene lugar la famosa competición de saltos de Año Nuevo. Me decepcionaron un poco las instalaciones, puesto que se veían bastante vetustas para la importancia y fama que tienen. Lo que más me penó fue no poder contemplar el Zugspitze, el techo de Alemania con 2962m de altura.

Tras pasar la frontera llegamos a Austria, donde curiosamente hace falta comprar una pegatina si quieres utilizar las autopistas, a modo de peaje. Pero como somos estudiantes, decidimos ir por carreteras secundarias, y la verdad que las vistas merecieron la pena. Llegamos a Innsbruck donde pudimos comprobar que el circo de montaña que rodean la ciudad estaban copadas de nieve. Nos adentramos en la parte antigua de la ciudad, de origen medieval, dónde nos encontramos con una retaíla de callejuelas que iban a parar a una plaza dónde se levantaba el famoso "Tejadillo de Oro", símbolo y orgullo de la ciudad.
Tras pasear por sus calles nos dirigimos a visitar el impresionante y moderno trampolín de saltos inaugurado en el 2002, el "Bergissel". Este trampolin también pertenece al codiciado campeonato de "Los 4 trampolines" al igual que el de Garmisch. El propio trampolín impresiona, aunque más impresiona son las vistas desde el mirador de la torre, al cual subimos de forma gratuita por medio de un funicular. Fue una visita expectacular que culminó un muy buen y divertidísimo fin de semana. Ahora hay que volver en invierno, con el paisaje lleno de nieve. Yo me apunto.

La vuelta, se hizo un poco pesada, probablemente nos pesaba el haber dormido en el coche la noche anterior, pero entre risas y buena compañía a uno se le pasa el tiempo volando.

Un saludo.


P.D. Conclusión, no merece la pena ir a la OcktoberFest, más ahún teniendo la Volksfest "en casa". Lo que si que merece la pena es visitar Austria, sobre todo en invierno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Javier, gracias por relatar tan de PM nuestro viaje, ahora q se me ha secado la ropa, jejejej me rio y veo q nos lo hemos pasado de miedo y q nadfa encantado de compartir viaje con gente tan maja, espero q nos qde por delante un año lleno de miles de viajes como este.

Iván

Javi dijo...

Que pachaaaaa Iván. Yo tambien me lo pasé en grande, auqnue no es nada complicado cuando la compañía es tan buena. Y te aseguro que tras este vendrán varios viajes más, eso si, en fragoneta ;-)

Saludos