martes, julio 05, 2005

Alcoceber-Pamplona: 7h30'


Exactamente ese es el tiempo que he tardado en venirme desde Alcoceber en mi moto de 125cc. No es que esté como una puta cabra, sino que "no me quedaba" otra opción.

Antes de irme a Alcocebre con los amigos, vinieron mis papis a llevarme mis pertenencias a Pamplona con un Grand Cherokee prestado para la ocasión. La idea era meter todas mis trastos(no os imanáis, o mejor dicho, mi padre no se podía imaginar la cantidad de mierda que podía yo juntar en 4 añitos. Que iluso...) en el Cherokee y "hacer un hueco" para meter la moto. Conforme pasaba el tiempo, y aumentaban los improperios de mi padre hacia mi persona, me di cuenta de que no iba a ser posible tal hazaña. Las opciones se limitaban a mandar la moto(120kg) por MRW ó "ir en moto" hasta Pamplona. Descarté la primera por precio, ya que me salía mejor comprarme una nueva. Total, que me tocó irme desde Alcocebre hasta Pamplona en moto.

Cuando les conté mis planes a los colegas que venían de Pamplona, el descojone fue mayúsculo. Pero como uno no se acojona por semejantes reacciones, y tras haber descansado unos dias en la playa, me eché la mochila a la espalda, y bien prontito me puse ha emprender una aventura digna del "Al filo de lo imposible".

Cómo un Sebastían Álvaro más, me puse como primer objetivo la ya conocida ciudad de Alcañiz, donde almorzaría. Esta parte del viaje transcurrió por carreteras secundarias y comarcales atravesando la Sierra de Irta y Morella. Lógicamente a las 6 de la mañana, a mil y pico metros de altitud hace un pelete considerable. Más aún cuando antes de salir te calzas unas sandalias y una camiseta para que Lorenzo se hiciese más soportable... Pues nada, ahí estaba yo, como recién caído de un guindo, hecho un ovillo encima de mi montura con un frío de mil pares de cojones. No hace falta decir que tuve que parar varias veces para no morir de hipotermia. Ahún y todo, conseguí llegar a Alcañiz en 2 horitas. Marca nada despreciable.

Tras descansar un rato en Alcañiz me puse dirección Zaragoza. Aquí empezarían los problemas... Por lo visto, debí salir el día más frío y ventoso de todo el verano, cosa que se hizo palpable conforme no alejábamos de Alcañiz. Debido a la acción del viento lateral y los camiones, a duras penas me podía mantener encima de mi City Fly. Cada vez que me adelantaba un camión(si, jodidamente podía pasar de los 100 km/h...) ó bien me cruzaba con alguno el tortazo que me pegaba la corriente de aire era más que preocupante. Menos mal que Lorenzo empezaba a dar calorcito... Llegué a Zaragoza con los brazos totalmente entumecidos debido fuerza que tuve que hacer para no salir volando. Esta etapa me costó otras 2 horitas. Estas si que se hiceron largas.

Sin apenas descansar me puse en camino hacia Ejea de los Caballeros, quería llegar a Pamplona por carreteras secundarias. Esta parte del viaje, aunque larguísima, discurrió sin contratiempos, salvo al acercarme a Sangüesa, donde el viento casi me hace abortar el viaje. Ahora me era imposible mantener la moto donde quería, el aire empujaba tanto que una y otra vez me echaba al arcén, aquí si que lo pasé mal. Las pasé bien putas. Hablando en plata. Hasta llegar a Lumbier mi velocidad no pasó de los 70 km/h. Una vez pasado el puerto de Loiti, la cosa mejoró un poco y pude rondar los 90 km/h. Finalmente puede llegar sano y salvo a casa para comer, a eso de las 14'30.

La moto aguantó como una jabata, el que no aguantó tan bien fue un servidor, que se pasó un par de días jodido, plagado de agujetas y contracturas. Todas ellas debidas a la posición aerodinámica que tuve que mantener durante todo el viaje. No obstante, la experiencia fue la leche. no creo que la repetiría pero...ahí queda eso. Alcoceber-Pamplona: 7h30'

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